
El rumbo hacia el desastre de una Europa en presunto declive, acosada por la inmigración y al borde de perder su identidad de faro de la cultura occidental, se ha convertido en una de las más persistentes obsesiones del ideario MAGA (Make America Great Again) durante la segunda presidencia de Donald Trump. Esa obsesión cristalizó con la publicación en la noche de este jueves (hora de Washington) de un polémico documento, firmado por el propio Trump y titulado Estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos de América.
Tiene 33 páginas, que fijan las prioridades de la nueva Administración en política exterior y dan un repaso por los intereses de Estados Unidos en el mundo. De Europa, el texto señala sus “problemas económicos”, pero advierte de que estos quedan “eclipsados por la perspectiva real y más cruda de la desaparición de su civilización” en “los próximos 20 años o menos”. Cuando eso suceda, añade el texto, no estará claro que “ciertos países europeos tengan economías y ejércitos lo suficientemente fuertes como para seguir siendo aliados fiables” de Washington.
El texto enumera varios culpables de esa supuesta decadencia: “la Unión Europea y otros organismos transnacionales que socavan la libertad política y la soberanía, las políticas migratorias que están transformando el continente y creando conflictos, la censura de la libertad de expresión y la supresión de la oposición política, la caída de las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales y de confianza [de los diferentes países] en sí mismos”, dice el Gobierno de Estados Unidos.
Se trata de un documento de prioridades que se publica tradicionalmente al principio de cada nueva Administración. Lo inédito esta vez es la agresividad de su retórica, y no solo con Europa: el apartado de América Latina (el “Hemisferio Occidental”, en la jerga de Washington) también destaca por su ruptura con el statu quo diplomático y con la historia reciente de la relación con el continente. Washington se dice lista para resucitar los peores fantasmas del intervencionismo de la Doctrina Monroe en eso que solía llamar su el “patio trasero”.
De vuelta en Europa, el texto hace propias las tesis de los partidos políticos de la ultraderecha. El movimiento MAGA, y el propio Trump, han defendido los objetivos de esas formaciones políticas en elecciones como las de Alemania o el Reino Unido. Los socios europeos de Washington ya escucharon algunas de estas ideas en febrero, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, en la que el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, ofreció un incendiario discurso y una apocalíptica visión del Viejo Continente.
El texto fija las prioridades de la Administración de Trump con Europa, entre las que incluye abrir sus mercados a los bienes y servicios estadounidenses, “restablecer la estabilidad” en clave interna, también en su relación con Rusia. Propone incentivar que el continente asuma “la responsabilidad principal de su propia defensa” −en lo que cabe interpretar como una referencia a las presiones de Washington para que sus miembros de la OTAN aumenten su aportación hasta el 5%− o acabar con la expectativa de que la Alianza Atlántica está “en constante expansión”.
Los partidos ultras cuentan con su propio punto en esa lista, que pide “cultivar la resistencia a la trayectoria actual de Europa” desde dentro. En otra parte, se puede leer lo siguiente: “Estados Unidos alienta a sus aliados políticos en Europa a promover este renacimiento del espíritu [occidental], y la creciente influencia de las formaciones patrióticas europeas ciertamente da motivos para un gran optimismo”.
En el apartado económico, el texto recuerda que “la Europa continental ha ido perdiendo participación en el PIB mundial —del 25% en 1990 al 14% actual—, en parte debido a regulaciones nacionales y transnacionales que socavan la creatividad y la laboriosidad”.
“Este documento es una hoja de ruta para garantizar que Estados Unidos siga siendo la nación más grande y exitosa de la historia de la humanidad y el hogar de la libertad en la Tierra”, dice el texto firmado por Trump en su exposición de motivos, que propone una fiera defensa de las tesis del America First (Estados Unidos primero). “En los próximos años, seguiremos desarrollando cada dimensión de nuestra fortaleza nacional y haremos que Estados Unidos sea más seguro, más rico, más libre, más grande y más poderoso que nunca”.

