
Bastaron 16 segundos de un vídeo que se hizo viral para que la vida de Kristin Cabot diera un giro de 180 grados. Ella es la mujer que fue captada en la kisscam de un concierto de Coldplay el pasado junio en actitud cariñosa con su jefe, Andy Byron, el CEO de Astronomer, la compañía donde ambos trabajaban y de la que salieron tras lo que entonces se consideró una infidelidad por ambas partes. Tras meses de silencio en la que ha sido protagonista de millones de comentarios en redes sociales y titulares en medios de todo el mundo, Cabot ha roto ahora su silencio y ha decidido contar su versión en una conversación con The Times. “Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos”, “me convertí en un meme, pasé a ser la directora de recursos humanos más denigrada de la historia de los recursos humanos”, dice al medio británico sobre el incidente que la condenó en redes sociales como una “infiel” y más tarde le costaría su trabajo y e iniciar los trámites del divorcio, aunque por entonces ya estaba separada.
Primero ha aclarado lo más importante: tanto ella como Byron estaban “separados amistosamente” de sus respectivas parejas en el momento del concierto. Algo que su exmarido ya había explicado. Es más, según cuenta ahora Cabot, esa noche él también se encontraba en el concierto en una cita romántica. “Me pudo haber caído un rayo, pude haber ganado la lotería o me pudo haber pasado esto”, reflexiona sobre su suerte. “No soy una celebridad, solo soy una mamá de New Hampshire. Incluso si hubiera tenido un amorío, no es asunto de nadie”, dice también en la entrevista. “Ha sido como una letra escarlata; la gente borró todo lo que había logrado en mi vida y conseguido en mi carrera. Esto no puede ser la última palabra”, justifica como su razón de romper el silencio.
Fue un mes antes del concierto que Cabot y Byron se sinceraron acerca de sus rupturas con sus parejas. Una situación, asegura ella, que los unió. Ella fue la que lo invitó al concierto de Coldplay y recuerda que su hija de 14 años ―tiene dos hijos con su expareja― fue quien la avisó por un mensaje de texto que su padre también iría al show. Ese fue uno de los motivos por los que reaccionó como lo hizo al segundo de aparecer en la cámara, frente a 60.000 personas: se cubrió el rostro y se agachó. Recuerda que después de un par de vodkas, agarró a Byron para bailar y no escuchó el anuncio de la kisscam. “Mi reacción inmediata fue: ‘¡Joder, Andrew [su expareja] está aquí“, cuenta a The Times. “Estaba preocupada de avergonzarlo. Él es una persona increíble y no se merece eso”. Pero después tuvo una segunda reacción: “Dios mío, Andy es mi jefe”.
Después del concierto, los dos protagonistas de la historia acordaron que debían enviar un comunicado a la directiva de Astronomer por si la noticia salía a la luz. Esa madrugada, Cabot recibió un mensaje de su expareja: “Creo que deberías saber que el vídeo está ahí afuera”. Fueron miles de usuarios los que comenzaron a buscar las identidades de ambos para después hacerlas públicas. Encontraron la empresa y las familias de ambos. Y aunque en un principio la junta directiva de la compañía solo dijo “estas cosas pasan”, más tarde todo cambiaría por la presión de las redes sociales.
Cabot se unió a la empresa de Byron en noviembre del año pasado como la jefa de recursos humanos. Ella había escuchado muy buenas referencias de él y poco a poco las fue confirmando, recuerda en The Times. “Era el tipo de jefe que se aseguraba que todas las mujeres tuvieran un asiento en la mesa, de que yo tuviera una voz tan fuerte en la sala como la de cualquiera”, afirma. “Fue la primera empresa, dentro de los sectores dominados por hombres en los que había trabajado, en la que sentí que mi género no era un problema”. También confiesa que desde un inicio pensó que él era muy guapo y pensó “si tan solo no trabajara aquí…”.
Tras la marcha de ambos de la compañía, Astronomer intentó abordar el vídeo viral de una manera irónica y divertida. Contrataron a Gwyneth Paltrow, la exmujer de Chris Martin, para protagonizar un anuncio. Una situación que no le pareció nada graciosa a Cabot. “Yo era muy fan de su empresa [Goop], que parecía centrada en empoderar a las mujeres. Hizo esto y pensé: ‘¿Cómo se atreve después de la paliza que recibió por todo aquello del conscious uncoupling [el término que popularizó la actriz para describir su separación amistosa con Martin en 2014]?’. Qué hipócrita”. También confiesa al medio británico que se sintió triste de que nadie del equipo de Coldplay se comunicara con ella o lanzara un comunicado para calmar la situación. Al contrario, Cabot piensa que el cantante contribuyó de manera negativa a la situación. Sobre el escándalo, Martin solo dijo: “La vida te da limones y hay que hacer limonada”.
Lo más difícil para Cabot fue tener que contarles lo sucedido a sus hijos antes de que lo vieran en internet. “Mi hija rompió en llanto y dijo: ‘Supongo que esto significa que sí os vais a divorciar de verdad”. Su hijo, de 16 años, intentando calmar la situación, solo dijo: “Esto probablemente se olvidará en unos días”. Pero el acoso ha continuado durante todos estos meses, y ella asegura al medio británico que ha recibido cientos de correos con amenazas e insultos. También cuenta que su radio local compartió la dirección de su casa.
El vídeo viral duró más que la relación entre Krisin Cabot y Andy Byron. Desde entonces, solo tuvieron un poco de comunicación para manejar la crisis —que intentó lidiar con la ayuda de la consultora de comunicación Dini von Mueffling, que ha trabajado con Monica Lewinsky o Virginia Giuffre; otras dos mujeres vilipendiadas por parte de la prensa—, pero no han vuelto a hablar. Cabot ha salido a hablar ahora porque “esto no ha acabado para ella, ni para sus hijos”, quienes siguen recibiendo acoso en redes y en su ciudad, y se pregunta si Byron, quien aún no ha hablado públicamente, estará pasando por lo mismo. Ha perdido amigos, familiares y, por el momento, sigue sin trabajo.

