Al menos 13 personas han muerto y un número indeterminado siguen atrapadas por un enorme incendio que ha afectado este miércoles a las ocho torres del complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito norteño de Tai Po, en Hong Kong (territorio autónomo de China), según fuentes oficiales citadas por el rotativo local South China Morning Post (SCMP). Los bomberos llevan más de seis horas luchando contra las llamas y el espeso humo negro que sale de las torres, de 31 pisos de altura y con 2.000 apartamentos residenciales en su interior, en los que viven alrededor de 4.600 vecinos.
La cadena de televisión local TVB ha informado de que se estaban realizando reformas en el complejo, para lo que se estaba utilizando andamiaje de bambú, un factor que ha contribuido a la rápida propagación de las llamas.
Entre los fallecidos hay un miembro del personal de bomberos, según las mismas fuentes. De acuerdo con el último balance publicado por los medios locales, los equipos de rescate han evacuado a una veintena de heridos, y al menos seis están en estado crítico por las quemaduras. Derek Armstrong Chan, subdirector del servicio de bomberos, ha indicado que las altísimas temperaturas en el interior de los edificios están complicando las tareas de extinción, y que la caída de escombros y del propio andamiaje supone un riesgo adicional para el personal de emergencias.
Chan ha evitado ofrecer una estimación sobre cuándo podrán estar completamente controladas las llamas, pero ha reconocido que la oscuridad tras el anochecer está dificultando aún más el acceso al inmueble y la posibilidad de subir a los pisos superiores. En el operativo participan 128 camiones de bomberos, 57 ambulancias, 767 bomberos y 400 agentes de policía.
Chan Kwong-tak, un residente de 83 años citado por el diario SCMP, ha asegurado que las alarmas de incendios no sonaron cuando comenzó el fuego, en torno a las 14.00, hora local (las 7.00 en la España peninsular), a pesar de que los edificios cuentan con ellas. “Si alguien estaba durmiendo en ese momento, no hubo nada que hacer”, señaló al periódico. Otros residentes han denunciado también que las alarmas no se activaron, incluso después de que empezara a oler a quemado, y que los alertó un guardia de seguridad que fue avisando del fuego puerta por puerta, lo que les dejó poco margen para evacuar, según recoge SCMP.
El jefe del Gobierno hongkonés, John Lee, ha convocado una reunión de emergencia de su Gabinete y ha publicado un mensaje en su cuenta de Facebook en el que expresa su “profundo dolor y condolencias para las familias de los fallecidos y heridos”. El Gobierno ha habilitado cinco refugios para los afectados, en los que ya hay unas 700 personas.
Hong Kong es una de las zonas más densamente pobladas del mundo, con una enorme concentración de bloques de viviendas de gran altura y edificios muy próximos entre sí, lo que convierte cualquier incidente en un riesgo colectivo y provoca que una emergencia afecte a un gran número de personas.
En el conjunto residencial de Wang Fuk Court residen alrededor de 4.600 vecinos en unos pisos que, de media, rondan entre 37 y 46 metros cuadrados. El grupo de torres forma parte del programa de vivienda subvencionada del Gobierno y está ocupado desde 1983, según la propiedad. Un alto mando policial ha adelantado a los periodistas locales que es imposible realizar una operación de barrido por todas las plantas para confirmar si han sido completamente evacuadas, porque las llamas aún no han sido extinguidas.
Hong Kong es uno de los últimos lugares del mundo donde el bambú todavía se utiliza para los andamios en la construcción. El pasado marzo, el Gobierno prometió medidas para empezar a eliminar gradualmente su uso, alegando motivos de seguridad. Y anunció que al menos el 50% de las obras públicas deberían utilizar estructuras metálicas.
Fay Siu Sin-man, directora ejecutiva de la Asociación por los Derechos de las Víctimas de Accidentes Laborales, ha pedido al Gobierno que realice una investigación exhaustiva sobre el origen del fuego y ha señalado que este año se han registrado otros incendios relacionados con andamios de bambú, que han dejado cinco víctimas mortales.

